Blefaroplastia inferior
La blefaroplastia inferior requiere una evaluación minuciosa y personalizada para cada paciente, dado que puede ser necesario combinar distintas técnicas para alcanzar los resultados deseados en el párpado inferior.
En cuanto a las bolsas grasas, la intervención varía según las características individuales del paciente. En algunos casos, optamos por extraer el exceso de grasa, mientras que en otros preferimos redistribuir la grasa presente para suavizar los surcos y evitar un aspecto hundido alrededor del ojo. Esto contribuye a una mejora estética notable, logrando que tanto la bolsa como el surco parezcan haber desaparecido. Esta es una estrategia que ha evolucionado significativamente en los últimos años, ya que la experiencia ha mostrado que la simple extracción de grasa no siempre conduce a los mejores resultados en todos los pacientes.
Respecto a la laxitud del párpado, empleamos la técnica de cantopexia, que fortalece el tendón del párpado mediante una sutura, ofreciendo así un soporte adicional. Para las arrugas y la laxitud de la piel, la elección del tratamiento depende del tipo de piel y de la profundidad de las arrugas. En casos de arrugas superficiales, generalmente aplicamos peelings químicos. Sin embargo, para arrugas más profundas o pliegues marcados, puede ser necesario realizar un procedimiento quirúrgico para tensar la piel. Esta decisión se toma tras una evaluación cuidadosa de las necesidades y características específicas de cada paciente.